sábado, 14 de febrero de 2015

Conociendo "El antigal"

 Conociendo "El antigal"


Desde "Salas", una pequeña localidad situada en el Valle de Yocavil (mal llamado Valle Calchaquí), provincia de Tucumán, llegué a "El antigal" un lugar ubicado en medio de cerros y donde las cumbres parecen poder tocarse con las manos. Un sendero bien marcado me condujo a él, guiada por Mónica, una amable agente sanitaria que suele realizar su tarea caminando cortas y largas distancias, en medio de condiciones climáticas muchas veces adversas.


    Mónica, caminando decidida en busca de las familias que debía visitar esa mañana

La vegetación de la zona es de pastizales, matas espinosas y cardones debido a la altura y a las lluvias escasas, aunque en lugares húmedos como a orillas de manantiales y a lo largo de aguas subterráneas, se pueden encontrar bosques de arcas, chañares o algarrobos de importante tamaño. Entre tanta aridez, una enredadera de flores lilas nos sorprendió con su agreste belleza.
 

Luego de cruzar el río Salas que después de la lluvia tenía su cauce con agua, continuamos por el sendero, acercándonos cada vez más a los cerros, una mañana cálida de verano. Recomiendo realizar la caminata con cierta lentitud ya que el enrarecimiento del aire se hace sentir a esa altura (2600 msnm).
Más adelante cruzamos el río Antigal, que se puede observar en la imagen de abajo, con su cauce seco.




Mónica caminando a prisa y sin pausa.

Después de una media hora o cuarenta y cinco minutos de transitar en permanente ascenso llegamos a la vivienda de la primera de las dos familias que habitan en el lugar. En la foto de abajo se observa una de las dos habitaciones, hecha con adobe y techo de paja. Según Reina, el ama de casa, este tipo de techo era muy común en las viviendas de la zona y otras más alejadas como Lara, San José de Chasquivil, etc. pero últimamente el vegetal escasea y por ese motivo y otros, se lo ha reemplazado con materiales diversos. El techo de esta habitación fue hecho por sus dueños (padre y madre). Como característica curiosa: la habitación está semienterrada.


                            Abajo, planta de paja o "paja brava" (Stipa ichu) con la que confeccionan los techos. Los indígenas la llamaban ichu. Sirve de alimento a los camélidos y suris (avestruces andinos).


 La techumbre de paja tiene una duración de varios años. Mínimamente cuatro, según las condiciones climáticas. Cuando el agua comienza a filtrarse, hay que renovarla.

Abajo, la segunda habitación hecha con adobe, zócalo de piedra, techo de palos y barro, cubierto con chapa. Un panel solar les provee de electricidad.


 Continuamos camino hacia la segunda vivienda que se encuentra a unos cien metros o un poco más, de la primera. Desde un barranco se podía ver el río con una tupida arboleda de álamos en una de sus orillas. El paisaje era majestuoso pese a que la luz ya era demasiado intensa a esa hora de la mañana. 



En el trayecto nos cruzamos con este corral de pircas (arriba).La cría de ganado caprino es una de las actividades económicas de estas familias.

Unos minutos después llegamos a la vivienda de la segunda familia que habita el lugar. La piedra virgen fue usada para la construcción de sus paredes lo que le da un aspecto rústico y a la vez una sensible textura. Nuevamente, el panel solar en el techo, proveyéndolos de energía.



                                                 Fachada de la segunda habitación

En un momento, mientras me gratificaba mirando las altas cumbres (Calchaquíes: 4000-4700 msnm), me sorprendió el vuelo de un cóndor al que pueden observar, apenas, en la foto. No poseo las herramientas necesarias para fotografiar a la distancia pero quería dejar constancia de tan espectacular evento.


El cóndor andino, cóndor de los Andes o simplemente cóndor (Vultur gryphus) es una especie de ave de la familia Cathartidae que habita enSudamérica. El orden al que pertenece su familia se encuentra en disputa. Se extiende por la cordillera de los Andes, cordilleras próximas a ella y las costas adyacentes de los océanos Pacífico y Atlántico. Es el ave no marina de mayor envergadura del Planeta. No posee subespecies. Su nombre procede del quechua cùntur.

El nombre del lugar proviene de un sitio arqueológico que hay en la zona y que se puede observar en la foto inferior. En el sector centro-izquierda de la imagen hay un cardonal tupido: allí está.
Los pobladores lo protegen con gran esmero, evitando que sea saqueado por "huaqueros". Huaqueo: de huaca. Es el  saqueo de un  yacimiento arqueológico.
La palabra “huaca”, en idioma quechua tiene el significado de un lugar sagrado, un templo.  
De “huaca” se ha derivado el verbo huaquear, que significa saquear el contenido de los restos arqueológicos por personas inescrupulosas dedicadas al comercio ilícito de bienes culturales, huacos entre otros. .


                                   El antigal a lo lejos y en una zona de difícil acceso.



                Vista del río desde otro punto del barranco y más cerca de la alameda.


Mónica me esperaba debajo de unas reparadoras sombras. Allí le saqué esta foto. Embarazada de siete meses, trepa los montes como si nada.


Emprendimos el camino de regreso. Hicimos un alto en casa de Reina quien se había puesto a calentar agua en un hermoso fogón a leña. Escuché algunos relatos suyos, algunos de los cuales me sirvieron para este blog. Esta intrépida mujer de montaña, pastora, constructora, ama de casa y madre de varios niños, me asombraba.



Luego Mónica desarrolló su tarea indicada y no tuvimos más remedio que volver por el mismo sendero escarpado que, al comienzo, parecía conducirnos al cielo. Creo que, de verdad, me condujo a él.



 Por suerte, abajo nos esperaba Salas, un paraíso perdido, un escalón previo antes de llegar a donde anidan eternamente los cóndores.



                                                           Calle principal de Salas


   El mapa de la zona les servirá para ubicarse.



Marcela Neme, febrero 2015 

2 comentarios:

  1. Muy lindas fotos! Una pregunta: para llegar hasta Salas hay camino de ripio?

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  2. Hola, Cely: sí, tenés que tomar por el cartel que está saliendo de Ampimpa y que dice "La Sala". Son varios kms., 6, creo pero el camino es ancho y para nada peligroso. El problema son las piedras sueltas, sobre todo después de las lluvias.

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