miércoles, 23 de septiembre de 2015

Las salinas, Amaicha del Valle


                           Las salinas, Amaicha del valle



A unos 15 kms., aproximadamente, al sudeste de Amaicha del Valle (de Yocavil), Tucumán, Argentina, se encuentran unas salinas.
Es un territorio muy árido en el que pueden observarse hermosas y extrañas formaciones arcillosas que determinan una geografía muy particular. Tiene una superficie de unos 12 kms. cuadrados, según mis cálculos.
La mejor época del año para visitarlas es entre los meses de Junio y Septiembre, cuando más cantidad de sal se halla en la superficie.
Las Salinas proveen a los habitantes de la comunidad sal para uso doméstico, medicinal y para alimento de la hacienda, entre otras cosas.
También se encuentran cuevas abandonadas de pumas, animal que todavía recorre la zona aunque, penosamente, cada vez menos.

Vista de un sector norte de las salinas, a lo lejos, las Cumbres Calchaquíes

Entre la comuna y éstas hay un camino perfectamente trazado aunque en muy mal estado por la cantidad de piedras sueltas y tramos arenosos. Por él se puede llegar caminando en una hora y media, aproximadamente; a caballo o bien en camioneta  todo terreno.

Recomiendo ir con un guía si no se conoce la zona. Debido al fuerte calor que especialmente se siente en el lugar, es importante llevar suficiente agua, sobre todo en caso de realizar la visita caminando. En este paseo el calor fue realmente agobiante ya que la jornada fue inusualmente caliente, como en el resto de la provincia.



Nuestra meta era, en realidad, llegar desde allí hasta "Los colorados", un pequeño vergel habitado sólo por una familia. Algunas otras personas suelen visitarlo regularmente por sus emprendimientos económicos. Exhaustas por las altas temperaturas y por la falta de tiempo, debimos desistir del objetivo propuesto.

Aún así, la hora de la tarde nos permitió disfrutar de este extraño, salvaje y duro escenario poblado por vegetación xerófila, con predominio de arbustos. Aunque siempre pueden observarse ejemplares de algarrobos blanco (prosopis chilensis) y dulce (prosopis flexuosa).


Ejemplar relativamente joven de un algarrobo sin hojas debido a la época del año.









Las fotos fueron tomadas desde la periferia de Las Salinas, mirando hacia el Este. El lugar se presta para penetrarlo y observar de cerca las curiosas formas moldeadas por los agentes erosivos de la naturaleza. Esto puede llevar algunas horas debido a su extensión y a que no es fácil transitar por terrenos tan irregulares.




Al pie de las formaciones puede observarse la sal que en esta época del año persiste. Es también el lecho del río de la Salina, que las recorre.




Las salinas se encuentran al pie del cordón del Aconquija que puede observarse en la foto, detrás de las formaciones arcillosas.




Este morro, sin duda, parece un volcán. Al menos, así suelo llamarlo yo.





En época estival, cuando las lluvias bendicen el valle, Las Salinas también renacen tornándose los vegetales verdes y regresando las hojas a los árboles.
Es en invierno, época en la que realizamos este paseo, cuando el paisaje se torna más duro y descolorido. Pero no recomiendo hacerlo en verano ya que las temperaturas se tornan peligrosas, salvo que se lo efectúe a la mañana temprano.


Estas últimas fotos fueron tomadas al atardecer, cuando la inclinación de los rayos solares permitían mayores contrastes en las formaciones y el color se tornaba más cálido.








Les mostré un rincón desconocido de mi provincia. Falta mucho para conocerlo en profundidad. Espero poder hacerlo en otra oportunidad y que sea pronto. Nada más placentero que sentarse a matear debajo de un algarrobo, mirando las cumbres. Tal vez el duende se me aparezca y me pida que le convide.
El mapa de abajo puede guiarlos para visitarlas. La zona rosada incluye los dos caminos que conducen a ellas (que luego se unen haciéndose uno) y a la derecha de él, desde donde toma dirección sur es donde se encuentran las salinas (hacia el este). Observen el río "De la salina", de curso irregular.


      


Marcela Neme
setiembre  2015