Yendo por ruta Nacional 40, de Sur a Norte (no recomiendo realizar este trayecto ya que la ruta entre Angastaco y Seclantás está en pésimas condiciones), en la provincia de Salta, Argentina y unos pocos kms. antes de llegar a la entrada a la localidad de Seclantás, se observa hacia el Oeste un camino de ripio muy bien conservado, que conduce a una laguna llamada Brealito, situada 8 kms al sur de la localidad del mismo nombre. Dista a 20 kms. de la ruta nro 40.
Brealito está ubicado en el departamento de Molinos que se encuentra emplazado al Sur-Oeste de la provincia de Salta y está enclavado en el cordón Occidental de la Cordillera Oriental, en la Sierra de Cachi .
La principal corriente hídrica de valle es el río Calchaquí que atraviesa el departamento de Norte a Sud, recibiendo por su margen derecha, las aguas de arroyo Brealito y los ríos Seclantás, Luracatao y su afluente el Humanao, con el que forman el río Molinos.
Vistas de los cerros hacia el NO, yendo por el camino de tierra que nos conducía a la laguna
De lejos ya divisábamos el pueblo de Brealito
Al llegar a él se debe continuar hacia la izquierda donde el camino se hace bastante sinuoso y de cornisa pero no representa ningún peligro.
Desde la cuesta yendo a la laguna
Laguna Brealito desde lo alto.
Esta laguna se encuentra en un clima árido, semidesértico y con ríos estacionales lo que hace tan extraña su existencia. Su origen está relacionado con un importante deslizamiento de bloques que han atrancado un afluente del río Brealito. Es posible que el deslizamiento haya sido activado por movimientos tectónicos. El material resultante de este deslizamiento acumulado sobre el cauce constituyó un dique natural que originó la laguna (Hongn. F. - Seggiaro R. 2001 p. 39)
Llegando a la laguna
Rocas ciclópeas que rodean uno de sus lados.
Abajo: vistas de los cerros que la encierran
Brealito está ubicado en el departamento de Molinos que se encuentra emplazado al Sur-Oeste de la provincia de Salta y está enclavado en el cordón Occidental de la Cordillera Oriental, en la Sierra de Cachi .
La principal corriente hídrica de valle es el río Calchaquí que atraviesa el departamento de Norte a Sud, recibiendo por su margen derecha, las aguas de arroyo Brealito y los ríos Seclantás, Luracatao y su afluente el Humanao, con el que forman el río Molinos.
Vistas de los cerros hacia el NO, yendo por el camino de tierra que nos conducía a la laguna
De lejos ya divisábamos el pueblo de Brealito
Al llegar a él se debe continuar hacia la izquierda donde el camino se hace bastante sinuoso y de cornisa pero no representa ningún peligro.
Desde la cuesta yendo a la laguna
Laguna Brealito desde lo alto.
Esta laguna se encuentra en un clima árido, semidesértico y con ríos estacionales lo que hace tan extraña su existencia. Su origen está relacionado con un importante deslizamiento de bloques que han atrancado un afluente del río Brealito. Es posible que el deslizamiento haya sido activado por movimientos tectónicos. El material resultante de este deslizamiento acumulado sobre el cauce constituyó un dique natural que originó la laguna (Hongn. F. - Seggiaro R. 2001 p. 39)
Llegando a la laguna
Rocas ciclópeas que rodean uno de sus lados.
Abajo: vistas de los cerros que la encierran
En sus aguas se alimentan parejas de flamencos que hacen escala en sus movimientos migratorios.
La laguna está rodeada
por los cerros Luracatao y Del Refugio y se encuentra a 2500-2600 msnm. Posee una importante cantidad de pinturas rupestres con representaciones de figuras antropomorfas y caravanas de llamas con un aborigen al frente
y restos arqueológicos en sus alrededores.
En ella se practica la pesca del pejerrey pese a poseer un espejo de agua de sólo 50 Has. Su profundidad aún no ha sido determinada.
De regreso, los paisajes nos impactaban ya que hacia donde mirábamos la naturaleza se mostraba áridamente imponente.
y restos arqueológicos en sus alrededores.
En ella se practica la pesca del pejerrey pese a poseer un espejo de agua de sólo 50 Has. Su profundidad aún no ha sido determinada.
De regreso, los paisajes nos impactaban ya que hacia donde mirábamos la naturaleza se mostraba áridamente imponente.
Como atardecía, las sombras de los cerros del Oeste se proyectaban sobre las últimas formaciones montañosas mientras que el Valle Calchaquí aún quedaba iluminado con luz plena y anaranjada que contrastaba con aquellas.
Lamento no haber podido renovar las pilas de mi cámara que ya obtenía fotografías con trepidaciones, además de que la hora no ayudaba a la claridad de las mismas puesto que quería evitar el uso del flash.
Al llegar a Seclantás, la simple y cuidada plaza del pueblo ya había encendido sus faroles que parecían grandes luciérnagas del anochecer. Este pequeño pueblo casi no tiene movimiento turístico. Sus aproximadamente 1000 habitantes viven una vida tranquila y con amabilidad saludan a los extraños.
Marcela Inés Neme Abril de 2014