domingo, 2 de diciembre de 2018

Sendero hacia Mala Mala

                                          

                                              

En la provincia de Tucumán, Argentina, existe una circuito turístico llamado "circuito chico" que recorre una serie de localidades rurales que fueron caracterizándose con el tiempo  como de descanso o veraneo y debido la densidad de sus poblaciones se han ido destacando sobre otras como es el caso de Raco, El siambón y recientemente El nogalito, todas extendidas a lo largo y ancho de la ruta provincial 341. 

La región, ubicada  en el centro-oeste de la provincia, se encuentra enmarcada en el Oeste por las Cumbres de Raco, las Cumbres del Siambón ( de norte a sur respectivamente) y más lejos por las Cumbres del Tafí, con mayor altura. Hacia el Este encontramos las Cumbres del Taficillo cercanas a Raco y las Cumbres de Periquillo más hacia el sur y próximas a la localidad de El nogalito.

   Con el objetivo de llegar a una de las cumbres de El Siambón, iniciamos una caminata  que se convirtió en una exhausta travesía de cuatro horas y media, considerando el terreno en permanente ascenso que debimos recorrer. 

 abajo: mapa cartográfico de la zona.

 

En El nogalito y guiadas por investigaciones previas, nos dirigimos hacia el oeste por senderos existentes entre las casas de pobladores del lugar que nos condujeron a la de Dolores, una mujer amable y dispuesta quien se ofreció a acompañarnos, temerosa de que pudiéramos extraviarnos.

 

 Abajo: tres tomas desde la casa de Dolores.



Las zonas bajas de la Provincia de la Yunga (región fitogeográfica a la que pertenecen estas localidades), se hallan en progresiva destrucción ante el avance de la agricultura. La selva es destruida y substituida por cultivos extensivos de caña de azúcar, tabaco y hortalizas. En las laderas hay intensa explotación forestal, o destrucción total y substitución
por bosques artificiales de Ezicatypitis o de Pinus. En el Distrito de los Bosques Montanos se explota el pino del cerro (Podocarpus) y las praderas se dedican a la ganadería (fotos de arriba).

  
Los pobladores oriundos de la zona suelen tener animales de granja y huertas. Abajo: un pavo de la casa de Dolores asustado por nuestra presencia.

A los minutos emprendimos el ascenso con la guía experimentada de Dolores quien nos explicó que el camino por recorrer es el que conduce a Mala Mala, un lugar con escasas construcciones y cercano al filo homónimo que se encuentra a unos 2100 msnm.


                                                       Antes de ingresar a la selva.

Poco faltó para que empezáramos a maravillarnos con la espesura de los bosques de yungas, lamentablemente talados en parte del trayecto por un emprendimiento comercial maderero que extrajo preciados ejemplares de cedro tucumano.

La provincia de yungas se extiende, formando una estrecha faja, a lo largo de las laderas orientales de las montañas del noroeste de la Argentina, aproximadamente desde los 500 a los 2500 m de altitud. Su extremo austral se halla al norte de la Provincia de Catamarca. El clima es cálido y húmedo, con lluvias principalmente estivales. La precipitación anual varía de 900 a 2500 mm según las localidades, y la temperatura media entre 14° C y 26º C. Se producen heladas en todo el territorio y en zonas más elevadas nieva copiosamente.
El tipo de vegetación predominante es la selva nublada, con árboles de alrededor de 30 m de altura, abundantes lianas y epífitos, y un estrato inferior muy denso formado por arbustos y hierbas. Además, en esta provincia fitogeográfica hay bosques de transición más xerófilos, bosques montanos caducifolios, praderas, etc.

 Abajo: la selva de yungas renaciendo luego de un helado invierno pero no todavía en todo su esplendor.





En la selva de yungas pueden diferenciarse tres distritos: 

a) Distrito de las Selvas de Transición, que ocupa las llanuras al pie de las montañas y los cerros bajos; 

b) Distrito de las Selvas Montanas, que se extiende por las laderas de las montañas entre los 550 y los 1200 m aproximadamente cuyo  estrato superior lo forman las copas de los grandes árboles como  el horcomolle (Blepharocatyx gigantea), el laurel (Phoebe porphvria), los cedros (Cedrela lilloi, Cedrela angustifolia) de madera valiosísima, el nogal (Juglans ausralis),el güili (Pseudocaryophylfus güili), el mato (Eugenia pungens), el horco-mato (Eugenia mato), el horco-cebil (Parapiptadenia excelsa), el pacara (Enterolobium contortiszligteunz), el lapacho (Tabebuia avellanedae) con hermosas flores rosadas que aparecen a fines del invierno, el roble (Ilex argentina ), el ramo (Cupania vernalis), el palo de San Antonio (Rapanea laetevirens), etc. Por él transitamos.

c) Distrito de los Bosques Montanos, que ocupa las laderas elevadas, aproximadamente entre los 1000 y los 2500 metros de altura. Lo constituyen bosques caducifolios, bosques de coníferas y praderas. Pueden diferenciarse tres tipos de bosques: 

- pinares de Podocarpus parlatorei,
 
- alisales de Alnus jorullensis var. spachii, y 

- bosques de queñoa (Polylepis
australis)

pero generalmente en cualquiera de estos tipos de bosques
aparecen individuos de las especies dominantes en los otros. Entre los bosques, y por encima de ellos, hay praderas que ascienden hasta los 2700 metros de altura y, a veces, más arriba. 


Poco tiempo después de salir de casa de Dolores llegamos a un primer claro desde el cual se podía observar el mismo paisaje con las Cumbres de San Javier (que son una continuación de las Cumbres del Taficillo) en el fondo y una atmósfera bastante sucia debido al período de sequía habitual en la provincia en el que la tierra, el hollín de los ingenios y la quema de cañaverales, contaminan el aire.
A la derecha y casi al final de la sierra mencionada, puede observarse la Quebrada de Lules por la que corre el río que le da el nombre, antes llamado Río Grande, de importante caudal y que atraviesa la ruta 341 entre El siambón y El nogalito. Nace más hacia el Oeste con el nombre de Río De la ciénaga. 


Luego de mirar el paisaje y descansar unos minutos ante escarpado trayecto, seguimos camino internándonos nuevamente el un tupido bosque.
 
 Al cuarto estrato de la yungas lo constituyen las hierbas de uno a dos metros de altura.
Es muy frecuente un helecho que, a veces, cubre completamente el suelo:
 (en la foto, a los costados del sendero); también hay varios pastos, frecuentemente con hojas lanceoladas anchas. Otras especies tienen flores llamativas, como Begonia boliviana, Begonia micranthera, Seemannia gmnostoma, Polymnia connata,Senecio peregrinus, Senecio bomanii, Bomarea macrocephala, etc. 

 Finalmente llegamos a una cima desde la cual no pudimos avanzar por motivos diversos. El más importante era la hora del día y el tiempo justo que nos llevaría regresar a la ruta. Desde ese claro se podía ver el camino que conduce a Anfama, un paraje ubicado en la montaña, de escasos pobladores. Lamentablemente, la suciedad de la atmósfera y la poca calidad de la imagen escondió el trazado recto del mismo que pudimos observar cerca de la cumbre del cerro. 
En el centro de la imagen, se insinúa el lecho del Río Grande antes mencionado.



Abajo: Desde ese claro y yendo hacia el Oeste, hay que continuar para llegar a Mala Mala que se encuentra en el morro pequeño que asoma detrás del primero.


   En la imagen inferior, Dolores y Celina regresando  por el sendero.


Foto inferior: en varias ocasiones observé ejemplares de frutilla silvestre (Potentilla tucumanensis), todavía sin frutos. Es propia del quinto estrato de la selva que está formado por las especies que crecen al ras del suelo y es oriunda de la región.



 Enseguida ingresamos nuevamente a la selva.





Deseo aclarar que la calidad de las fotos no es muy buena debido a que tuve que tomarlas con una cámara muy pequeña. La otra es demasiado pesada para cargarla considerando todo el peso que significa llevar abundante agua para varias horas de caminata, además de otros objetos necesarios. En época estival no aconsejo hacerla puesto que la extrema humedad provoca rápida deshidratación. Tampoco recomiendo hacer el trayecto sin un guía ya que en el sector de selvas es muy fácil extraviarse. 

En el distrito de selvas montanas las lianas (en la foto de arriba) y enredaderas son muy abundantes; varias pasionarias (Passiflora
urnaefolia, Passiflora tenuifila, Passiflora morifolia)
, el jazmín de
chile
(Mandevillea laxa) con hermosas flores blancas. Doxantha unguis -
cati
, con grandes flores amarillas y hojas parcialmente transformadas en
garfios, Manettia joergensenii con bellas flores rojas, y muchas más. También
son muy abundantes los epífitos (clavel del aire), principalmente sobre los laureles.
Predominan los líquenes, los helechos y las bromeliáceas. Hay también cactáceas del género Rhipsalis y varias orquídeas.
Desde luego la composición de la selva varía de acuerdo a la altitud y a la orientación de las laderas, pero en general puede reconocerse un piso inferior con predominio de laureles, y un piso superior donde predominan las mirtáceas.



Mandevillea laxa (registro tomado de la web)

 

Doxantha unguis - cati  (registro tomado de la web)




 

En la foto superior, el helecho Pteris deflexa, como un colchón vegetal

Horas después estábamos llegando a casa de Dolores. Se observa en la foto inferior un sector de desmonte.

 

Abajo: plantación de arvejas de su granja (en primer plano).


 

Cerdos que comenzaron a seguirla esperando comida.

 
 
 

En todo el sector de selvas y bosques, es muy común encontrar calas (Zantedeschia aethiopica), conocida comúnmente como alcatraz, cala, cala de Etiopía, aro de Etiopía, lirio de agua, cartucho, flor de pato o flor del jarro, planta  de origen sudafricano que se adaptó perfectamente a estos biomas.
 


 Finalmente nos despedimos de Dolores y su familia, no sin antes comprar una buena cantidad de huevos caseros y anunciarle un pronto regreso. 

Transitar por esos bosques de árboles altísimos percibiendo sus olores característicos y maravillarnos con el paisaje circundante fue un inesperado y preciado regalo de la vida. Nos sentíamos dichosas.


Marcela Neme, diciembre de 2018

 

lunes, 25 de abril de 2016

Cuesta de Miranda

                                 Puente sobre el río Miranda (vista hacia el lado derecho)

 A 35 kms. de la ciudad de Chilecito, segunda en importancia de la provincia de La Rioja, comienza a recorrerse la Cuesta de Miranda que recibe su nombre de Juan de Miranda, adelantado español y antiguo dueño de las tierras. Dicha ruta es la Nacional nro 40.


Chilecito se encuentra al pie del cordón de Famatina, cuyo pico más alto es el General Belgrano (que se observa en la foto) y supera los 6.000 metros de altitud. La foto fue tomada desde los alrededores de la ciudad.
Para llegar a la cuesta, se atraviesan una serie de poblaciones, entre ellas Nonogasta, una comuna azotada por los residuos no tratados de una famosa cutiembre. Sus pobladores  trabajan en organismos comunales, en la misma curtiembre y suelen poseer quintas con árboles frutales y diversos animales de granja.
La mano del hombre convirtió a Nonogasta en un verde oasis, al igual que otras poblaciones que bordean el río Miranda en todo su recorrido.


   Casa típica de Nonogasta
                                                          Una de sus calles asfaltadas

                                                                             Nogalar

Pavos de la granja anterior

La zona está incluída en una provincia biogeográfica extensa y exclusiva de Argentina, la provincia del Monte caracterizada por un paisaje mayormente arbustivo dominado por  jarillas. Esta provincia se extiende (de menor a mayor ancho) desde los Valles Calchaquíes en la provincia de Salta hasta el Sur de Mendoza y algo de Neuquén virando en esta zona por La Pampa hacia la costa Atlántica donde aparece al Sur de la provincia de Bs. As. y en Río Negro, muchas veces en las depresiones, en protección de los vientos. 
Cuando se la recorre (en época estival), pueden apreciarse las cactáceas en flor que sorprenden por su tamaño y colores destacándose entre tanta aridez. 




La cuesta se inicia en el puente sobre el río Miranda que corre 35 mts. debajo de él. La vista es sobrecogedora pues se observan altos paredones de roca que enmarcan las aguas cristalinas que zigzaguean por su cauce todo el año. Es el único río de la zona de aguas permanentes.



                                    Dos vistas del río hacia el lado izquierdo de la ruta

El camino consiste en unos 20 kms. desde el cual se aprecian espectaculares vistas por su intenso colorido debido al óxido de hierro de su suelo y por las serranías del Famatina que rodean el valle homónimo, salpicado de verdes por vegetación diversa.


             
Vista del valle desde lo alto de la cuesta. Detrás,a lo lejos, el cordón de Velazco.

Las fotos que muestro fueron tomadas en dos oportunidades. En la primera, el camino estaba por asfaltarse y llovía. En la segunda, el camino ya estaba asfaltado casi en su totalidad  tornando la cuesta muy segura, con curvas amplias y paredones de contención. 

Tramo de la cuesta ya asfaltada 

Abajo: una serie de fotos de la cuesta y sus serranías, cuando recién se iniciaban los trabajos de pavimentación.












Ella fue construida, inicialmente, por el ingeniero italiano Vicente Bolloli, entre 1918 y 1928. La cuesta asciende a 2020 msnm para luego descender. En su trayecto se atraviesan pequeñas poblaciones como Los Tambillos, Las Trancas y Las Higueritas. Más allá se  llega Villa Unión, puerta de entrada al Parque Nacional Talampaya, distante a varios kilómetros de la localidad

Espero que hayan disfrutado de este viaje. Será hasta el próximo.

Marcela Neme, Abril 2016